lunes, 23 de mayo de 2016

A tiempo.

Él esperaba nervioso su llegada, ella apresuraba sus pasos para llegar al lugar de su encuentro.  Ambos miraban el reloj ansiosos, desesperados por verse.

El tamborileaba los dedos moviendo inquietamente una pierna.  Ella miraba la ventanilla deseando que la distancia se acortase más rápido.

Desesperado, se levantó a caminar un poco para dejar descansar a su mente de los pensamientos caóticos que le pasaban por ahí.  Ella esperaba inquieta su equipaje, golpeando el suelo con la punta de su pie.

Finalmente se apresuró a su encuentro.  Con el corazón en la garganta se alisó el vestido y se acomodó el cabello y entre nervios y emoción dirigió sus pasos hacia el lugar acordado. 
Cuando al fin le vio, solo pudo correr a su encuentro y colgándose de su cuello le besó.

Ella le dijo: "Disculpa la demora". 
El la miró y le respondió: "Discúlpame a mi, por llegar tarde a tu vida..."
Ella, con los ojos derramando amor le respondió: No, cielo.  Llegaste a tiempo, justo a tiempo.

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