viernes, 21 de octubre de 2016

Letras.

Antes pensaba que habitabas en mis palabras.  Que saltabas de una a otra acariciando cada letra con tus manos al moverte entre ellas.
Me gusta cuando duermes cobijado entre mis letras, cuando te ves reflejado en ellas y te encuentras.

Si, yo pensaba que vivías en mis letras y por ello era ahí donde te encontraba.  
Entonces temí dejar de escribir. Temí dejar de verte en cada una de ellas. Me aterraba la idea de que desaparecieras si dejaba de escribirte.

Entre texto y texto mi prosa te dibujaba, mis letras te acariciaban, mecían tus cabellos, cerraban tus ojos para que soñaras.

Luego sucedió.  Los afanes cotidianos se robaron un tiempo mis palabras.  Hubo días que no pude plasmarte. Pero seguiste ahí.  No desapareciste.
Fue entonces cuando lo comprendí.  No era que habitaras en mis palabras. Es que vives en mi, es tu presencia la que me habita.  
Te veo en mis palabras porque estoy llena de ti y te me derramas por las letras.

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