jueves, 18 de mayo de 2017

Inicio

Se paró en el umbral y contempló esa casa vacía. Cuantas cosas habían escuchado esas paredes. Cuantas cosas habían presenciado en silencio como testigos mudos de una vida completa.

Qué distinta era la luz ese día, no iluminaba como  en el primero. Sentía un poco de alivio y nostalgia a la vez.  Soltar algo no siempre es fácil, se dijo,

Había llegado a ese punto, al fin sabía lo que quería.  Dejó las llaves sobre la mesa y tomó su equipaje esperando que aún  no fuera muy tarde para alcanzar sus sueños.

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