lunes, 29 de febrero de 2016

Presencia

Acaricio tu alma a la distancia.   Nada más importa, estás aquí.  Acabas con la angustia que asolaba a mi alma.  Terminas con el temor que da perderte.

Solo mirar que has llegado alegra mi día, me dibuja una sonrisa, enjuga mis lágrimas.
Imagino tu risa de niño recordado tus travesuras.  Tu risa sonora, alegre, franca.
Me envuelves con tu amor mientras me cobijan tus palabras.  Siento tu amor que llega ávido a mi, como el viajero cansado llegando al hogar.  Llegas a donde perteneces, llegas a mí.

Sonrío con tu boca, contemplo con tus ojos. Vivo por ti y en ti.  Te habito, me respiras, me sientes.

El tiempo vuela cruelmente cuando estoy a tu lado.  Me mira con sorna, sabe que debo dejarte ir. Pobre iluso, lo engaño.  No sabe que siempre estás aquí, que siempre me acompaña tu pensamiento. Que has decidido estar aquí, conmigo a cada instante.

viernes, 26 de febrero de 2016

Orgullo

Hoy celebro la palabra no pronunciada, la idea no escrita.  El secreto mejor guardado.
Aplaudo la mirada que se desvió de sus ojos.  El suspiro retenido, los pensamientos cautivos.
Los brazos inmóviles, el frío en la mirada.  La terquedad de los pies plantados en tierra al verle partir.

Brindo por el orgullo que lo detuvo todo.  El mismo que impidió que corriera a alcanzarle, el que detuvo las lágrimas hasta la noche, para ser entregadas al alba.
El que evitó que recibiera sus llamadas.  El que me hizo olvidarle.  El que hizo una pira de sus poemas y sus cartas.   El que fue sepultando poco a poco su recuerdo.

Hoy te homenajeo amado compañero, que peleaste la cruenta batalla por mi alma.   Que avanzaste con tus filas paso a paso, para liberar mi corazón de manos del enemigo.
Pero sobre todo, te vitoreo por como restauraste todo después de la guerra: con una mirada altiva y serena.

jueves, 25 de febrero de 2016

Cómplice

 Cada cual tiene siempre a su cada quien.  Su compañero, su cómplice, su incondicional.  

Casi de los mismos días, crecimos jugando y leyéndonos la mente.  Aprendimos a reírnos en silencio, a crear una coartada idéntica y en segundos.

Crecimos entre risas, pelotas, libros y juegos.  Compartíamos todo, siempre, hasta la última galleta.  Juntos el Crimen y el Castigo.

Peleé como gato rabioso por defenderte, aunque eso provocara tu enojo.  Aprendí que siempre estarías ahí para mí, que podría contar contigo.
Nunca estuvimos solos, nos enseñaron a querernos y apoyarnos siempre.

Tanta tu nobleza que soportó mi carácter caprichoso, tanto tu cariño que me dejaba la última fresa con tal de que sonriera.
Nos hemos alegrado juntos y también hemos llorado juntos.

Dicen que la familia no se elige pero si tuviera la oportunidad, volvería a elegirte como mi hermano mil veces para volver a las andadas pensando en una nueva aventura que emprender.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Fantasía y Realidad

Fantasía y Realidad vivían siempre en constante pugna.  Una luchaba por lo intangible, la otra defendía aquello que era palpable.

Enemigas acérrimas, belicosas como ninguna, luchaban constantemente por conseguir más adeptos que la otra.

Fantasía enamoraba poetas, conquistaba músicos, seducía pintores.  Amaba  secuestrar pensamientos de jóvenes enamorados y mantenía de rehenes a todos los niños.

Realidad, en cambio, buscaba a sus seguidores entre los pensadores, en aquellos científicos  que solo creían en lo que sus ojos podrían ver y razonar. Y entonces caminaba con aquellos, que estirando en cuello, miraban con desprecio a los soñadores.

Entonces vino el caos.   Grandes filósofos comenzaron a soñar,  los científicos a imaginar y a enamorarse.  Y entonces escribieron poesía.
Los enamorados, desencantados, vieron sus sueños destruirse en mil pedazos.   Los niños crecieron. Los artistas se vendieron a sus mecenas por pan.

Fantasía y Realidad se desconcertaron en gran manera.   No entendían que había sucedido.  Pensaron que el universo había enloquecido, sin saber que ambas eran, en realidad, las dos caras de la misma moneda.

martes, 23 de febrero de 2016

Indomable

Eres como el recuerdo que tengo del mar en mi infancia.   Como aquel mar indomable e impetuoso. Hermoso como ninguno.   Enigmático, fuerte y violento.
Sus aguas azules brillando al sol, yendo y viniendo en libertad absoluta, a su entera voluntad.

Y como el mar, eres incontenible, indómito.   Imposible de detener.   Antes no lo sabía.  Quise ponerte en una represa, quise apaciguar tus aguas para meterme a nadar en ellas.  No sabía que era una utopía.

He decidido hacer lo que debía desde el principio.  Sentarme a la orilla de la playa a mirarte. Escuchar el ir y venir de tus olas, observando lo que deja tu marea mientras te alejas en libertad.

Después me levantaré y te contemplaré por última vez.   Respiraré tu brisa salada y cerraré los ojos para escuchar y atesorar tu sonido marino.
Tomaré una pequeña caracola que arrojaste fuera de tus aguas y me iré caminando mientras tus olas borran mis huellas de la arena.

lunes, 22 de febrero de 2016

Pertenencia


Mio, tuyo.  Palabras tan pequeñas de enorme significado.  Prontamente dichas, pocas veces entendidas en su verdadera dimensión.

¿Es acaso posible ser poseedor de algo siendo un refugiado en este mundo? ¿Un visitante de este universo? ¿Somos acaso dueños de nosotros como para entrar en la vanidad de sentirnos poseedores de alguien más?

Y entonces lo creemos, nos engañamos con la idea de ser dueños de alguien.  Paralelamente, reconocemos la propiedad de los otros y decimos "es de..." Y lo creemos.

Soñamos que el destino y el tiempo nos pertenecen también. Planeamos, proyectamos y grabamos en piedra aquello de lo que estamos convencidos.  Mi, mio, nuestro, se vuelven parte de nuestro glosario básico.

Y así vivimos en la mentira de sentirnos poseedores del todo y de la nada, como el niño que está convencido que todo lo que señala su dedo le pertenece. Celando lo "nuestro" codiciando lo "ajeno".

De pronto llegan aquellos entes extraños, quienes no se sienten dueños de nada y de nadie.  Que entienden que no pueden serlo, que están unidos por convicción.  Que se pertenecen por voluntad propia.

Y esa idea nos resulta tan ajena, tan irreal.   En un mundo donde la pertenencia define el valor de los seres, donde quien más tiene más vale; esos seres extraños que no se dicen poseedores de nada ni de nadie resultan intolerables, absurdos, anarquistas.

Se les señala como ejemplo de lo que no se hace, de lo que no se desea.  Otros los ven como amenaza a lo establecido, a lo que debe ser. Incluso, hay quienes con condescendencia los miran lamentando sus "tristes" existencias, llenas de malas decisiones.

Ilusos convencidos en que poseen objetos y personas, sin darse cuenta de su prisión, señalando a aquellos locos sin nada ni nadie, que viven en libertad absoluta unidos por decisión personal.

viernes, 19 de febrero de 2016

Tu risa

Tus ojos traviesos y tu risa de bebé los llevo siempre conmigo.
Cada "otro más" mientras inclinas la cabeza, roba un poco de mi voluntad y me hace decir que sí.

Tan increíble cuando no sabes que algo te hacia falta hasta que lo tienes.  Un parte de ti perdida sin saberlo, hasta que es encontrada.

Corre, corre, corre y "Allá voy",  sonorizado con tu risa de bebé.  Tu risa la que me hace sonreír.   Tu hermosa sonrisa y el brillo de tus ojos cuando te preguntan por tu beso escondido y dices "aquí", señalando con tu dedito.

"Las niñas si juegan futbol" dices con tu vestido de domingo, tus botas rosas y tu pelota polvorienta.  La vida es tan plena en ti.  Eres un remolino de energía.  Mi pequeño torbellino.

Luego te miro entre mis brazos dormida.  Tranquila, como si fueras otra.   Con tu respiración pausada y tu cara relajada.   De pronto una sonrisa leve y traviesa se dibuja en ella.   Si, eres tú en reposo.

¿Cómo fue que nació este amor? ¿Dónde estaba guardado?  Antes no existías y ahora no concibo mi vida sin ti.   Antes no conocía lo que es vivir con el corazón atado en un hilo pegado a ti.

jueves, 18 de febrero de 2016

Depredador.

Perdida.  Perdida por completo en sus ojos, en su boca.  En él.  Hipnotizada por su mirada y sus palabras, cual si una cobra danzara con ella, se acercaba al abismo.
Peligrosamente se dejaba llevar por su voz melosa y suave.

Él quería todo de ella, cada minúscula parte de su ser, reclamando algo que sentía suyo.  Ella temía darlo.  Temía lo que pasaría  si desnudara su alma por completo ante él.

Le fascinaba y atemorizaba al mismo tiempo.  Como la llama danzante enrojecida que invita a tocarla ocultando el daño que puede hacer.

En sus ojos brillaba ese fuego, el que invitaba a ser tocado. Como si acaso fuese posible acariciar al depredador supremo, al consumidor de todo.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Cerca y lejos

Tan cerca que tu voz acaricia mi oído y lo inunda de hermosas melodías. Tan lejos que robas mis suspiros que vuelan hasta tu lado.

Tan cerca que tus ojos se pierden en los míos y me habitas. Tan lejos que es imposible  enjugarlos cuando  se asoma alguna lágrima.

Tan cerca que casi siento que tu aliento roza mi mejilla. Tan lejos que mi mente recuerda que es imposible. 

Tan relativos el tiempo y el espacio que limitan la materia mas no el alma, que pueden aprisionar el cuerpo mas nunca lo intangible.

Y es así como duermo entre tus brazos respirando tu aliento, así como mi alma acaricia tu rostro y me reflejo en tus ojos y a miles de kilómetros sientes el calor de mi mano sobre tu pecho, la caricia de mi alma cercana.

Tan cerca y tan lejos que estoy a tu lado a cada instante en tu pensamiento, mientras habitas en mi amor.

martes, 16 de febrero de 2016

Siempre y nunca.

Siempre, la palabra vanidosa hermana de Nunca.  Palabras pretenciosas.
No fueron así desde el principio.  Siempre vivía en la eternidad, ajena a todo jugando día a día con Nunca. 

Un buen día las enviaron a la tierra de los hombres y ellos, en su afán por definirlas, les confirieron sus significados.

Siempre se vio en todos lados.  Se vio tan extensa, tan cargada de tiempo.  Nunca se llenó de negación, de ausencia, de no. 
Ambas se creyeron absolutas y se llenaron de falsas promesas.  

Y entonces empezaron a ser populares y todos las usaban:
"Siempre te amaré"
"Siempre lo haces" 
"Siempre dices..." 
"Siempre he pensado..."
"Nunca te dejaré"
"Nunca te lastimaré"
"Nunca sería capaz de eso"
"Nunca volveré"

Y se llenaban de orgullo al ser utilizadas por todos.   Más lo que no sabían era que los hombres eran fluctuantes, pero sobre todo finitos.  Y en su mundo temporal  -ellas que habían sido creadas para la eternidad- no tenían cabida.

lunes, 15 de febrero de 2016

Cotidiano.

Comer juntos. Conversar de todo y de nada. Ir a pagar las cuentas.  Estar sentados descansando viendo una película recostados uno en brazos del otro.

Reírnos de tonterías. Preguntarnos la hora.  El café en la cama.  Contemplarte dormido en mis noches de insomnio.

Enojarnos, reconciliarnos.  Caminar juntos por la acera buscando un par de zapatos para la escuela.

Comprar la leche y el pan, junto con ese antojo de a veces.  Una sonrisa pícara.  Leernos los ojos.

Quedarnos una hora en silencio hundidos en nuestros pensamientos y que al encontrarse nuestra mirada se dibuje una sonrisa.

El beso repentino, la caricia traviesa de pasada.  El "buenos noches amor" y el "buenos días preciosa".

Todo aquello que es cotidiano y que solo tú posees.  Eso que me hace tan tuya y que te hace tan mío.

(Hoy, porque un anarquista como tú, no se sujeta a fechas absurdas impuestas por otros...)

viernes, 12 de febrero de 2016

Tu historia

Abres tu alma y poco  a poco comienzo a conocerla.  Cada vez liberas un poco más de tu esencia, de tu ser.  Y te conozco, te reconozco.

Descubres capa por capa tu verdad.  Lentamente, con cuidado.  Como un niño al que se le arranca una vendita.  Casi con los ojos cerrados y conteniendo el aliento.

Mi  alma se acerca y acaricia la tuya.  Despacio, dulcemente.   Se detiene en silencio y observa con cuidado para distinguir donde puede tocar, donde puede leer, donde puede besar.

Tu mirada me guía.  "Aquí si, pasa".  "Acá no, aún no. Espera un poco." y de esa manera me permites conocerte, entrar a tu ser, fusionar nuestras almas.

Me gusta leerte.  Tu historia es inmensa y se reescribe cada día.  Me captura, me embelesa.  Y justo cuando creo haberla conocido, un nuevo capítulo me sorprende.

Escríbeme en tus memorias.  Déjame ser parte de tu historia.  Dame un lugar en tu alma.  Deseo ser ese nuevo capítulo que llene de luz tus días.

jueves, 11 de febrero de 2016

Me conoces

Tu me conoces mejor que nadie. Toda mi luz y toda mi oscuridad no te son ajenas. Conoces las profundidades de mi alma.

Has recorrido cada sendero, cada valle y cada colina de mi cuerpo. Tus manos hábiles reconocen todo lo explorado, pueden recrear cada parte andada.

Mi ser entero es un libro abierto para ti, nada hay que puedan ocultarte mis ojos.  Mis ojos como ventanas directas a mi alma.

Ignoro si nuestras almas se unieron en algún momento de la eternidad.   Si volvieron a encontrarse en esta vida y por ello al primer toque se reconocieron.
Solo sé que soy tan tuya como si fuese parte de ti mismo, como si habitase dentro de ti y tu ser me sintiera como parte suya.

Me conoces, me reconoces.  Soy una parte tuya.  Soy yo y soy tú.  Soy nosotros eternamente.  Escrita desde el inicio de los tiempos, plasmada diectamente en el infinito firmamento esperando que me leyeras.

martes, 9 de febrero de 2016

Separados

Historias que se escurren, que se escapan, que se desvanecen.  Y en ocasiones suelen acercarse.  

Comienzan a escribirse.  Parten del "Había una vez..." Y la pluma vuela escribiendo capítulos variados.  Felices, divertidos, intensos, soleados.  

De pronto, la pluma se cansa, la mano la suelta.  El destino, caprichoso, se hastía de la historia y cuál Loki, juega a sembrar la duda, el miedo, el caos.
Y aquello destinado a su final feliz, comienza un sendero alterno tenebroso, extraño.

Aquellos habitantes de las letras comienzan a perseguir los sueños que antes acariciaban,  cual si fueran una extraña quimera, tan ajena, tan desconocida. Y sufren, luchan,  se dan por vencidos, se alejan.

Su camino se bifurca y parecen andar casi juntos, caminando sin darse cuenta que sus pisadas los alejan más y más.

Entonces, el Destino ríe a carcajadas viéndoles partir por caminos distintos tratando de comprender cómo fue que llegaron a eso.  Cómo  fue que lo que sentían no alcanzó para estar juntos, en donde extraviaron sus sueños. Cómo fue que se les escapó su historia de entre los dedos.

lunes, 8 de febrero de 2016

Bendición

Hoy te bendigo.   Que tus pies caminen con fuerza rodeados de flores de mil colores y nunca por cardos.

Que la suave brisa refresque tu rostro en el estío y los cálidos rayos del sol te calienten en el crudo invierno.

Que hoy y cada día, el aliento de vida permanezca contigo.  Que la mano del Padre te guíe y te proteja.

Que la alegría inunde tu ser cotidiano.  Y si acaso la tristeza y la prueba te cercan, recibas luz y fortaleza de lo alto.

Que la sabiduría y la prudencia guíen tus labios y siempre halla palabra de aliento para compartir a los de tu alrededor.

Que tus manos sean bendecidas y disfrutes de su trabajo honrado.  Que sean prontas tanto para la tarea como para la caricia.

Que mi amor te acompañe a cada instante y que tu corazón lo sienta siempre.  Que vivas en mi pensamiento y por decisión propia me pertenezcas.

Alfarero

Soy como barro en tus manos.  Me tomas, me moldeas y formas en mí algo útil.  

Sin embargo, aunque me formas y porque me conoces, sabes que a veces me pierdo en mis silencios.

Mi orgullo me calla, siempre intento ser la fuerte.  Lucho constantemente por ganar, por robar la razón.

Veo tu mirada que lucha por esconder tu compasión debajo de indiferencia.  Me observas en silencio mientras me encierro en mi mente.

Te acercas y cual hábil maestro, pones tus manos en mi  y me sacas del silencio.  Me llevas poco a poco a la consciencia, a tu luz, me quebrantas.

Observas cada fisura, cada borde y lo transformas, me afinas como se afina la plata.   Sin embargo, no esperas ver tu rostro en mi; buscas que abra mi interior y me contemple  en libertad.

Me guías a romper el silencio.  Después, al término de todo, cuando ya ha fluido, tomas mi mano y me llevas contigo a tu luz.

sábado, 6 de febrero de 2016

Grisácea

Era una mujer gris.  Alta y espigada, de aire distinguido.  De los tonos más variados de gris que se hubieran  visto.

Y como era gris, todo lo que veía con al menos un poco de color era codiciado por su alma.

Había guardado todo el color dentro de sí, cuando pensó que se le agotaría y vivía con sus colores escondidos.  Siendo gris, siempre gris,

Algunas veces deseaba un poco de coral para sus labios, castaño para sus ojos o algo para sonrojar sus mejillas, pero con el temor de perder lo que le quedaba, prefería robar a quienes le rodeaban.
Robaba el rojo de la sonrisa de alguien, quitando la razón por la cual había sonreído. Quitaba el brillo y el color de los ojos de alguien más, lavándolo con lagrimas provocadas.

Todo lo veía gris y esparcía el gris a su alrededor por envidia.   Envidiaba a todos aquellos que no temían usar su color.

jueves, 4 de febrero de 2016

Libertad



Todos amaban el canto de esa ave.   De bella apariencia y sonora voz, el pajarillo saltaba de un lado a otro en su hermosa y suntuosa jaula.   Siempre le había parecido espaciosa, pero sobre todo, siempre le había resultado segura.

Todos se reunían a contemplar en ocasiones al ave, llenándole de elogios.  "¡Qué linda es!" Decían unos, "¡Qué hermosa melodía entona!" Decían otros.  ¡Miren con qué gracia revolotea en su jaula!" Decían aquellos.  Y el ave se sentía feliz de ser aquello que los demás disfrutaban.

Sin embargo había un canto escondido en el fondo de su alma.  Un canto distinto al de otras aves, uno diferente de aquel que todos le alababan.   A veces, en su soledad, tomaba valor para entonar las primeras notas de su canto escondido, temeroso de que alguien le escuchara y era ese miedo el que justamente le hacía callar.  Les oía de lejos y volvía al canto regular, al que tanto les gustaba y que cada vez le resultaba más vacío.

Una mañana de otoño, escuchó a lo lejos un canto jubiloso y lo reconoció.  Era su canto escondido, el que tenía enterrado en las profundidades de su ser.

Miró por primera vez con detenimiento su jaula.  Si, era bonita.  También espaciosa y si duda, segura también.   Dando saltos llegó a la portezuela y descubrió que estaba abierta.   Nunca notó que siempre lo había estado.  Miró de nuevo hacia atrás. Es segura... Demasiado.

Con el corazón en la garganta y de un salto, salió de su jaula y se acercó a la ventana.  Seguía escuchando el canto jubiloso.  Tomó aire y comezó a cantar. Nunca se había sentido tan dichoso.
Asustados, aquellos que le alababan se acercaron al escuchar ese canto tan distinto, tan chocante. "¿Han visto en lo que se ha transformado?"  Se decían.  "Era un canto tan hermoso y tan apropiado, y mírenle ahora, ¡tan ordinario y vulgar! Como si fuese un ave tan distinta".

Le abrieron la ventana para echarle de sus vidas al resultarles tan aberrante.  Nunca supieron que le obsequiaron la libertad de ser, de dar lo que siempre tuvo escondido con tal de tenerles complacidos. Nunca se dieron cuenta de que por fin se había permitido ser y de esta manera conocer la plenitud de su interior.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Silencio

Te busco en la suave brisa nocturna.  Afino el oído para escuchar tu voz aún en un breve susurro.  En vano.  No llega. ¿Donde estás? Pregunta mi alma, ¿quien se lleva tus palabras y las roba a mi corazón.? Me estremezco.   Nunca me habían faltado.

¿Qué impide que tus letras, que tu voz vuelta palabras me llegue? No puedo más.  Me levanto y camino como feroz depredador enjaulado, hambriento de ti.     

"Tráelo de vuelta a mi" le digo al viento. Dime que aún piensa en mí, que aún me pertenece.  Mi mente me atormenta con mil ideas cada una peor que la anterior.  Comienzo a iluminar flores de mil colores.

Duermo el sueño intranquilo de quien lucha con el silencio.  De quién le fue robado la melodía de tu voz.

Llega el alba y tu silencio me sigue cubriendo.  Siento que enloquezco.  De pronto, un rayo de sol desde el oriente me alcanza, me ilumina.  Te trae de regreso a mi cielo, mi cielo.

martes, 2 de febrero de 2016

Destino.

Ese rojo hilo invisible que une a las personas.  Tan cierto, tan fuerte.  Uniendo las vidas de los seres destinados a encontrarse.
Tantas veces nuestros caminos se cruzaron, se encontraron.
El destino, ese caballero de humor extraño que disfruta de hacer guiños en la película de nuestras vidas.  Nos deja cruzarnos, casi tocarnos pero sin conocernos, hasta que llega ese momento que a él le parece pertinente para que esas almas se encuentren.

Así, nos vimos pasar sin vernos, casi nos hablamos, casi nos encontramos.  Hasta ese día que nos fue permitido conocernos y después de hablar tan solo unas horas nuestras almas separadas en los cielos se reconocieron y volvieron a unirse.

Nos reconocimos, nos entregamos, nos aventuramos a vivir todo aquello que fue planeado para nosotros.  Leímos nuestro destino escrito en las estrellas.

Nuestro camino ha tenido miles de accidentes geográficos que hemos enfrentado tomados de la mano y con una sonrisa en los labios.

Solo una cosa desea mi alma: ser por siempre el brillo de tu mirada, lo que dibuja tu sonrisa, la que cuida los latidos de tu corazón, seguir siendo tu camino y tu destino.

lunes, 1 de febrero de 2016

Perdidos


Todas las noches se reunían en sus sueños.
En ocasiones era una danza sin fin mirándose a los ojos, en otras, una sinfonía de cantos celestiales llenos de júbilo.
A veces solo era contemplarse mutuamente y perderse en sus ojos y su sonrisa.

Cada noche se citaban, cada noche se encontraban.  De la misma forma que las nubes recorren el horizonte, sus almas viajaban para encontrarse bajo la misma luna.

Nunca se dieron cuenta, nadie les advirtió del peligro. En un sueño casi palpable, sus almas quedaron prisioneras de un amor tan inmenso que no cabía en este mundo y siguen ahí, bailando esa danza sin fin, ajenos a las reglas de este mundo y a sus habitantes.