lunes, 25 de julio de 2016

Sendas

Caminamos por este mundo por sendas separadas.  A veces pareciera que son paralelas, tan cercanas, que creerías que van caminando juntos.  De pronto esas sendas se cruzan,  haciendo que las historias se mezclen, se reescriban, se complementen.
Dependiendo del ángulo, cada senda puede durar mucho o poco tiempo unida a otra, compartida.

Otras veces no llegan nunca a cruzarse, si acaso, se miran de lejos, permaneciendo siempre como dos extraños que jamás llegan a escuchar sus voces, que nunca llegan a conocerse.
Puede ser también, que los caminos se crucen temporalmente, que dos extraños se encuentren y llenen un vacío disponible en la vida del otro.  Comienzan a andar por sendas yuxtapuestas, sin saber cuando la geometría del destino variará el ángulo y separará sus caminos.  Entonces aquello seres comienzan a alejar sus pasos, al principio sin darse cuenta, hasta convertirse de nuevo en dos extraños, como lo fueron en un principio.

Pero hay viajeros que no se conforman con unir caminos.  Que deciden dejarlo todo y simplemente saltan al sendero de de otro y deciden compartir destinos.  Se toman de la mano y perdidos en los ojos uno del otro, se aventuran al mañana sabiendo que lo importante no es el destino sino que van caminando juntos.

jueves, 14 de julio de 2016

Diosa

No me llames Diosa.  No me cargues con la responsabilidad de ser luz, de ser paz, de alimentar el alma.
No cuelgues sobre mis hombros la perfección, estoy muy distante se ella.

Quisiera ser tu Diosa, quisiera en verdad, pero no puedo. No soy inmutable, no soy eterna, omnisciente, infinita.  Solo soy mortal.
Camino por esta senda siendo tan común, tan normal, tan carnal.

Algunas veces me siento en lo más lejano de mi conciencia y contemplo un pequeño fragmento de eternidad puesto en mi. Más no me pertenece, es tan solo un préstamo.

Mi ser finito a veces quisiera ser deidad.  Comprender, vivir en otro plano. Contemplar desde lo alto y entenderlo todo. Amar perfectamente.

No me llames Diosa, nunca lo seré, soy tan solo humana, una más y de las más imperfectas que existen.

martes, 12 de julio de 2016

Musa

Cierto día una musa desempleada caminaba por la vereda tratando de dar sentido a su destino.  Recordaba días pasados cuando inspiraba.   Cuando se encontraba en las letras y viajaba de la mente de un poeta a otro

Sentada e la banca de un parque, contemplaba todo a su alrededor.  La luz del ocaso muriendo lentamente, las hojas de los árboles danzando con las caricias del viento.

Aspiró el aroma de la tierra húmeda  bajo sus pies, la hierba recién cortada.  Escuchaba los trinos de las aves,  las risas de los niños.
¡Tanto le quedaba por dar, por inspirar! ¿Cómo había llegado ahí? ¿Cuando perdió su rumbo, su propósito, su razón de ser?

Levantándose, reanudó su camino hacia ningún lado.  Un aviso de ocasión  en un árbol le sorprendió: "Se busca buena musa de tiempo completo.  Sepa encontrarse en las letras.  Interesadas presentarse en el domicilio abajo descrito.  Sueldo según aptitudes.  Se paga con letras."

Una sonrisa se le dibujó en el rostro.  Tomó el anuncio y con un brillo en los ojos se dijo: "He vuelto"

miércoles, 6 de julio de 2016

Primera vez

Verte de pie esperándome.  Caminar hacia ti con el corazón en la garganta. Verme reflejada en tus ojos así, por primera vez, respirar tu aliento.  Caminar tomada de tu mano.  Que tu sonrisa se descuelgue hasta mi rostro. Reír con tu risa.


Primeras veces que llenan de luz mis días. Que crean nuevos recuerdos y tejen nuevas memorias.

Escuchar cómo me llama tu alma, cómo me guía, cómo me lleva.  Como me envuelve tu voz, como me embriagan tus palabras.

Caminar con flores en mi mano, mirándote solo a ti.  Que todo el mundo se desvanezca y quedes solo tú.  
 Sentir tus manos por primera vez.  Bailar contigo, beber de tu piel, fundirme en tu abrazo.  Sentirte por primera vez.  Conocerte.  Saber que fui hecha para ti, que soy a tu medida. Que hay un espacio entre tus brazos donde quepo exactamente.

Descubrirte cada vez, vivir una experiencia nueva.  Ser tuya por primera vez cada noche.  Vivir cada día como si fuera el primero y el último.   Gozando cada día con una primera vez.