miércoles, 4 de enero de 2017

Nacimiento

Estoy parada frente al espejo.  Me miro y me preparo para ese momento.  Hace tiempo que llegaste a mi vida y quiero celebrarlo.  Quiero llevarte en mi,  quiero tenerte en mi cuerpo.
Cosa extraña es la maternidad que incluso no llega a todos los vientres, a veces por destino, a veces por decisión y a veces porque la vida te guarda para ser atada del corazón, no lo sé,  solo estoy segura de algo: quiero llevarte conmigo, quiero sentirte siempre.

Veo la imagen y me parece perfecta.  Es tan juguetona, tan libre, tan soñadora, tan tú.  Me recuesto y me preparo para grabarte en mi  piel.
Viene el inicio, un poco de dolor, pero ser madre duele un poco.  En ocasiones, los anhelos del corazón duelen al llegar al mundo.

De pronto siento como naces, como te formas en mi y me conmueve profundamente.  Pienso: este es mi parto. Naces en mi, de mi.  Las lágrimas inundan mis ojos.  Mi corazón se llena de una dicha cálida que se expande por todo el cuerpo. Ha terminado.  Te miro.  Eres tan bella, flotas en libertad pero siempre mirando a casa, a mi corazón.  Una sonrisa se dibuja en mi rostro, mientras te llevo por siempre conmigo.

No hay comentarios: