viernes, 23 de junio de 2017

Sueños

Soñó que él venía y se recostaba en su valle, que aspiraba el aroma de la tierra, de su tierra, que rogaba a diario para que viniera y derramara su lluvia.
Contemplaban el cielo infinito, dibujando y jugando con las nubes mientras el atardecer estallaba en rojos, rosas, naranjas, amarillos y violetas.

Si. Soñó toda la noche que llegaba y le cubría de estrellas el cuerpo entero. Que compartía cada una de sus constelaciones; que se hacía suyo y le tomaba para sí.
Que juntos se volvían luz, viento, sal. Y que al fundirse, sus risas, sus voces se volvían una sola, que sus ojos contemplaban el mismo universo y su piel sentía el mismo calor.

Soñó que le daba una estrella para que anidara en ella y la llenara de luz y polvo estelar. Soñó que estaba por siempre dentro de ella.

Entonces sonó el despertador y un nuevo día comenzaba.  El sol entraba por la ventana y los pájaros trinaban como todos los días.
Lentamente abrió los ojos, solo para sentir como por ellos se escapaba su estrella.

Aún así, supo que el día no podía robarle su presencia pues la vida misma estaba llena de ella.
Que él en realidad, no venía por las noches, sino que de hecho siempre habitaba ahí, dentro de ella.

No hay comentarios: