viernes, 22 de julio de 2011

Disfrutando de la lluvia


Hoy mientras llovía deliciosamente en la tarde, salí junto al amor de mi vida a correr y jugar bajo la lluvia.
Mientras disfrutaba del aire fresco y húmedo vi a lo lejos a un puñado de niños jugando y brincando en los charcos completamente felices. Estaban a unas dos cuadras y alcanzaba a oir sus risas hasta mi patio. No pude evitar pensar en lo que es ser niño. En lo divertido que es, en lo poco que importa lo que los demás piensen, en dejar las preocupaciones de lado.

Ciertamente en muchos aspectos aún puedo decir que soy como un niño... me gusta pasear bajo la lluvia, me gustan los programas de niños, los juguetes, los perros, platicar con niños... creo que en parte por eso me hace feliz ser maestra porque de tanto estar rodeada de ellos, he aprendido, aunque sea un poco a ver el mundo con sus ojos, a imaginar y a reír sin pena y fuertemente. Nunca me cansaré de ver la forma en la que analizan el mundo sin siquiera proponérselo como un ejercicio consciente.

Afortunadamente, debo confesar que no me avergüenza ser así, aunque no faltará el amargado que me juzgue de infantil (aunque en lo profundo desearía darse permiso de serlo) no me importa, soy feliz siendo así.

1 comentario:

lilia dijo...

Dios nos hace y nosotros nos juntamos! :D correr, saltar bajo la lluvia y mojarse hasta el alma y la sonrisa es lo máximo! un abrazo a mis dos niños preferidos! los quiero!