jueves, 14 de julio de 2016

Diosa

No me llames Diosa.  No me cargues con la responsabilidad de ser luz, de ser paz, de alimentar el alma.
No cuelgues sobre mis hombros la perfección, estoy muy distante se ella.

Quisiera ser tu Diosa, quisiera en verdad, pero no puedo. No soy inmutable, no soy eterna, omnisciente, infinita.  Solo soy mortal.
Camino por esta senda siendo tan común, tan normal, tan carnal.

Algunas veces me siento en lo más lejano de mi conciencia y contemplo un pequeño fragmento de eternidad puesto en mi. Más no me pertenece, es tan solo un préstamo.

Mi ser finito a veces quisiera ser deidad.  Comprender, vivir en otro plano. Contemplar desde lo alto y entenderlo todo. Amar perfectamente.

No me llames Diosa, nunca lo seré, soy tan solo humana, una más y de las más imperfectas que existen.

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