martes, 26 de enero de 2016

La misma luna.

El tiempo se detuvo, la distancia desapareció, el espacio se redujo.
"Yo también" dijo ella. "No sé cómo, ni porqué pero si, así es".

Él dijo que la elegía para complicarse la vida, para convertirla en el amor de su existencia.  Ella respondió "si, ya lo he decidido"

Se alcanzaron mirando a la misma luna y se perdieron en un abrazo del alma.
Él se hundió en sus ojos, se perdió en su sonrisa.   Ella cayó en sus letras, las removió con sus brazos como hojas secas del otoño más hermoso que había visto.

Sus corazones se ataron, al menos por un instante, lo que fuera que durara ese glorioso instante

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