En medio de un mundo aparente lleno de gritos y palabras al aire, la cubrió de despedidas y desprecio. Solo olvidó una cosa, que ella vivía solo en su mente.
Ella. Ella que no le pertenecía pero que sentía tan suya. Ella a quien sacaba por la puerta de su vida y le cerraba la ventana.
"Adiós para siempre", le dijo mientras la veía alejarse caminando por el sendero en el que iba desde el principio. Desde la primera vez que la vio.
Ella volteó y le sonrió. "Buenos días, por última vez..."
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