Me niego a seguir la corriente, a tratar a cada persona como si no existiera, como si no fuera. Todos somos, todos existimos, todos somos imprescindibles para alguien mas.
Cómo dice el poema "Ningún hombre es una isla", no estamos solos, somos nosotros quienes nos aislamos, quienes escindimos a los demás.
Todos necesitamos una mirada comprensiva, una sonrisa feliz que nos ilumine, una palmada en la espalda, un abrazo seguro como un refugio.
Quizás yo sea para ti ese alguien más. Otra sombra de las que deambulan por tu camino cotidiano, pero si un día te hace falta, sabe que yo he decidido caminar por mi acera repartiendo sonrisas, a quien las quiera, a quien le haga falta. Y aunque sea para ti sea una extraña, si un día la necesitas, tómala, vístela. Recibe una mirada amable y por un instante, al menos, no te sientas solo en este mundo.
Cómo dice el poema "Ningún hombre es una isla", no estamos solos, somos nosotros quienes nos aislamos, quienes escindimos a los demás.
Todos necesitamos una mirada comprensiva, una sonrisa feliz que nos ilumine, una palmada en la espalda, un abrazo seguro como un refugio.
Quizás yo sea para ti ese alguien más. Otra sombra de las que deambulan por tu camino cotidiano, pero si un día te hace falta, sabe que yo he decidido caminar por mi acera repartiendo sonrisas, a quien las quiera, a quien le haga falta. Y aunque sea para ti sea una extraña, si un día la necesitas, tómala, vístela. Recibe una mirada amable y por un instante, al menos, no te sientas solo en este mundo.
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