miércoles, 30 de marzo de 2016

Un te amo

Era una vez un "Te amo" vagando en este mundo.   Algo confundido, algo devaluado.   Había pasado de ser una mezcla perfecta de ágape, fileos y eros, para convertirse en dos palabras sin sentido deambulando por aquí y por allá.

Tantas bocas le habían pronunciado, tantas lenguas extranjeras habían cambiado su nombre que a veces ni se reconocía a sí mismo.
Era el I love you, de los de habla inglesa, el Ti amo de los italianos, Eu te amo en portugués.  A veces sonaba fuerte; Ich liebe dich, ladraban los alemanes y su favorito, el Je t'aime parisino.

Pues paseaba de boca en boca, perdiendo un poco de su esencia en cada persona.  De pronto lo decían por aquí y por allá, sin sentirlo, sin entenderlo, y era justamente de esa manera como perdía poco poco su significado, se desvanecía.

Soñaba con encontrar unos labios y un corazón que lo entendieran.  Que le dieran cuerpo y presencia cuando lo pronunciaran.  Por esa esperanza aceptaba ir y venir en su búsqueda de un corazón sincero.  
Le había sucedido.  Salía de labios de madres que besaban a sus hijos.   De pronto, un par de enamorados.  Aunque hacía ya tiempo no pasaba.

Entonces sucedió.  Llegó a su corazón.  Él se había prometido no habría nadie más, había dejado de buscar el amor.  Y ella llegó.  Tenía ese "Te amo" viviendo cobijado en sus ojos.  Se alimentaba de su brillo.  Él la miró y fue entonces cuando llegó directo a su corazón.   

Ese pequeño te amo sintió como un calorcillo lo alcanzaba y se iba expandiendo, haciéndole crecer, llenando ese corazón que lo albergaba y como se extendía por todo su cuerpo.
Paseaba de los labios de Él  a los de Ella, creciendo y vivendo su sueño habitar en un par de labios que entienderan y sintieran la plenitud de su significado.

1 comentario:

Ramiro Quirarte dijo...

pudiese corregir una otografia casi al terminar?
Esta bonito, gracias por compartir.