martes, 22 de marzo de 2016

Felicidad

El caminante se detuvo un día en un parque a descansar.   Tanto había andado por la vida, que se sentía cansado, hastiado.

Recordaba el día decidió que quería ser feliz, solo que no sabía cómo.   Comenzó preguntando a las personas que le rodeaban, cual era el camino hacia la felicidad.

Muchos no supieron que decir.  Unos le dijeron que se enamorara, así que buscó alguien de quien enamorarse.  Sin embargo, no entendía que el amor es un sentimiento extraño que no obedece a deseos egoístas.  Y como su propósito era únicamente su felicidad, el amor no se acercó a él, así que no conoció esa felicidad.

Otros dijeron:  "viaja, recrea tu alma".  Así que corrió desesperadamente por todo el mundo viendo, conociendo esperando encontrar la felicidad a la vuelta de la esquina.  Pero tan obsesionado estaba con ello, que olvidó en sus prisas contemplar lo que había a su alrededor, así que no obtuvo ningún gozo, solo cansancio.

Finalmente alguien le dijo: "Busca la riqueza.  La riqueza da poder, tranquilidad y con ello viene la felicidad".  Así que lo hizo.  Se deslomó trabajando mañana, tarde y noche hasta que reunió tanto dinero como quiso.  Se volvió exitoso, poderoso.  Y aún así no era feliz.

Salió de su lujosa y fría casa caminando, hasta que llegó a ese parque.   Se sentó a pensar.  No comprendía porque la felicidad huía de él.  Había usado su vida en buscarla, en perseguirla, sin lograrlo.

Y entonces la vio de lejos.  Un chiquillo corría con sonoras carcajadas mientras su padre le perseguía fingiendo ser un monstruo.  Ambos se veían radiantes, se veían... felices.  Miró hacia otro lado.  Una mujer se mecía en el columpio con una niña pequeña.  Reían, gritaban.

En otro lado vio una pareja de ancianos sentados en una banca.  Platicaban.  Ella acariciaba su plateada cabellera mientras él la contemplaba como si fueran un par de adolescentes.

No lo entendía.  Nadie ahí tenía más dinero que él, ni conocía el mundo como él, ni había tenido a las mujeres mas bellas.  ¿Por qué ellos si habían encontrado la felicidad?
Se levantó para irse mientras veía a una familia comprando un helado mientras caminaban de regreso.  Se dio cuenta que la felicidad estaba en las pequeñas cosas.  Que se construye con entrega, que no se persigue sino que es el producto de tratar de hacer felices a los demás y de apreciar lo que era y tenía.

Un reconfortante calorcillo calentó su corazón, sabía donde estaba, ya no la perseguiría.  Sabía que dentro de poco llegaría a él.  La veía y la sentía tan cercana.

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